miércoles, 21 de septiembre de 2016

VALORES ÉTICOS -3ºESO-
CONTENIDOS BÁSICOS

1. CONSCIENTES, RACIONALES Y LIBRES
Vamos a comenzar recordando algunas cosas que ya hemos visto en 1º de la ESO.
Nuestra especie, la especie humana, a la que los científicos denominan Homo sapiens, ha aparecido sobre el planeta Tierra hace unos 200 mil años. Ha evolucionado a partir de otras especies de homínidos, y estos a partir de otras especies de primates. Somos, por lo tanto, una especie animal más. Una especie animal que ha surgido, como todas las especies animales existentes, a consecuencia de un largo y complejo proceso evolutivo.
Pero nosotros somos unos animales muy especiales. A lo largo del proceso evolutivo hemos desarrollado ciertas capacidades que no compartimos con otros animales. Entre las capacidades exclusivas de nuestra especie la fundamental es la capacidad de pensar usando el lenguaje. Ninguna otra especie piensa manejando ideas, conceptos, símbolos, como lo hacemos nosotros. Esa capacidad de pensar usando el lenguaje ha surgido unida a otras dos capacidades: la de ser conscientes y la de razonar.
Pero, a su vez, el ser conscientes y con capacidad de razonar nos ha permitido desarrollar otra capacidad característica de los seres humanos: la capacidad de elegir. Ante cualquier situación podemos plantearnos varias opciones en nuestra mente y luego decidirnos por una u otra. A eso le denominamos capacidad de elegir o libre albedrío. O, de manera más clara, la capacidad de ser libres.
De modo que podemos decir que «los seres humanos somos unos animales conscientes de nuestra existencia y de nuestros actos, con capacidad para razonar y capacidad de elegir».
Pero, ciertamente, los seres humanos también poseemos capacidades que compartimos con los animales, con algunos animales al menos. Son capacidades tales como la de tener sensaciones, deseos, sentimientos y emociones.
Así, somos capaces de percibir el mundo a través de nuestros sentidos en forma de colores, olores, texturas, objetos, relaciones, etc. Y también somos capaces de sentir amor, odio, envidia, cólera, satisfacción, placer, dolor, etc.
Pero incluso estas capacidades tienen en nosotros una manifestación distinta que en los animales. Pues somos conscientes de ellas y podemos controlarlas, reorientarlas (o ampliarlas mediante instrumentos) de una forma que no puede hacerlo ningún animal.
En definitiva, todas estas capacidades han hecho de nosotros unos animales muy peculiares. Animales guiados por deseos, emociones y sentimientos, pero con capacidad para tomar conciencia de esos deseos, emociones y sentimientos, para reflexionar sobre ellos y tomar decisiones tras esa reflexión. Esto ha hecho que tengamos una capacidad de decidir sobre nuestra propia vida (de decidir cómo orientar nuestra vida, cómo queremos ser) que no tiene ningún otro animal.
Esta capacidad de decidir qué hacer con nosotros mismos es lo que nos convierte en algo más que animales, nos convierte en personas. (Aunque uno de los temas de debate ético hoy en día es el de si ciertas especies animales pueden tener el estatuto de personas).

ACTIVIDADES
2. ¿Sabrías explicar qué rasgos fundamentales nos diferencian de los animales?
3. Señala algunos rasgos que compartamos con otros animales.
4. ¿Sabrías explicar qué significa ser consciente? Inténtalo. ¿Crees que un perro es consciente? Explica por qué sí o por qué no.
5. ¿Sabrías explicar qué significa razonar? Inténtalo. ¿Crees que los animales razonan?
6. ¿A qué llamamos libre albedrío?
7. Para pensar: Imagina que pudiésemos desarrollar un robot capaz de razonar y hacer cálculos como un ser humano. Pero que carece de emociones. Esto es, no ama, no odia, no es ambicioso, ni envidioso, no desea nada, no sufre, no siente placer. ¿Podría esa máquina hacer algo por sí sola sin que se le den instrucciones? ¿Podría tomar decisiones por su cuenta? Razónalo.

2. SOMOS PERSONAS
Hemos concluido la ficha anterior diciendo que nosotros somos algo más que animales, somos personas. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué significa ser persona?
La palabra castellana «persona», como ya hemos visto en 1º, procede del latín persõna, que era el término que se empleaba para denominar a las máscaras que los actores llevaban en el teatro (o también al personaje que interpretaban).
De modo que el término persona nace vinculado a la idea de máscara. Lo cual no debe extrañarnos, porque, en el teatro, una máscara pretendía reflejar un determinado personaje. Y ser persona es en cierto modo representar un papel.
Posteriormente, en el Derecho romano se introdujo el concepto de persona para referirse al poseedor de derechos. Personas eran, fundamentalmente, los «ciudadanos» romanos, que, como tales tenían derechos. Pero no eran considerados personas, por ejemplo, los esclavos, pues no tenían derechos.
En el siglo VI d. C. el filósofo romano Boecio definió a la persona como «sustancia individual de naturaleza racional». Esto quiere decir que persona es todo ser individual que tiene la capacidad de razonar. Personas son, por lo tanto, según Boecio, los seres humanos, en tanto que son individuos con capacidad de razonar. Aunque, según esta definición, también podrían ser consideradas personas cualquier otro tipo de entidades individuales con capacidad de razonar si existiesen (tales como dioses, ángeles, demonios, inteligencias extraterrestres, etc.).
La concepción actual de persona está muy influida por las aportaciones del filósofo alemán Inmanuel Kant.
Kant sostiene que se denomina personas a aquellos seres cuya vida constituye un fin en sí misma. Aquellos seres cuya vida no puede ser reducida a la condición de medio, de instrumento, para otros fines. Tal cosa sucede únicamente con los seres racionales. Pues solo los seres racionales son capaces de decidir, de manera autónoma, sobre su propia vida.
A partir de esta influencia de Kant, hoy es frecuente definir a la persona como un ser consciente de sus decisiones, con capacidad para pensar racionalmente y elegir lo que quiere hacer, y, por lo tanto, de responsabilizarse de lo que hace.
Por cierto, responsable viene del latín responsãre, que significa responder. Responsable es el que es capaz de responder de sus actos. ¿Y ante quiénes debemos responder de nuestros actos? Pues, sobre todo, ante nosotros mismos y ante los demás. (Si uno es creyente de ciertas religiones se supone que también debe responder ante Dios).
Los seres humanos nos hacemos personas en la medida en que tomamos conciencia de lo que hacemos y nos responsabilizamos de nuestras decisiones ante nosotros mismos y ante los demás.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿De dónde procede en sus orígenes el término «persona»?
3. ¿Qué definición de persona estableció Boecio?
4. ¿Qué se entendía por persona en el Derecho romano? ¿Crees que esa concepción de la persona tiene algo que ver con lo que hoy se entiende por persona jurídica? (Busca información acerca de lo que es una persona jurídica).
5. ¿Cómo define Kant a la persona?                                       
6. ¿Qué rasgos solemos asociar hoy en día al hecho de ser persona?
7. Para pensar: hemos dicho que, como seres responsables, debemos responder de nuestros actos ante nosotros mismos y ante los demás. ¿Qué puede querer decir eso de «responder ante nosotros mismos»?

3. POSEEMOS DIGNIDAD (KANT)
Recordemos que uno de los rasgos fundamentales que nos hacen personas es la capacidad de pensar racionalmente, la capacidad de razonar.
En el siglo XVIII, el filósofo alemán Inmanuel Kant defiende que la razón tiene dos usos: un uso teórico y un uso práctico. La razón nos sirve para conocer cómo funciona el mundo: ese es su uso teórico, que da origen a las diversas ciencias. Pero también nos sirve para dirigir nuestra vida, para orientar nuestra vida, para decidir qué debemos o qué no debemos hacer: ese es su uso práctico.
Analizando el uso práctico de la razón saca Kant varias conclusiones:
(1) La capacidad que tenemos de pensar y tomar decisiones nos convierte en seres morales. (Recuerda que seres morales son aquellos capaces de juzgar las cosas como buenas o malas y de hacer cosas que pueden ser valoradas como buenas o malas).
Efectivamente, nuestras decisiones pueden ser juzgadas como buenas o malas porque nosotros las hemos elegido, con plena conciencia de lo que hacíamos y de sus consecuencias. Por el contrario, las acciones de un ser incapaz de elegir o prever las consecuencias de sus actos, no podrían ser juzgadas en esos términos. (Por ejemplo, no podemos decir que la conducta de un rayo que ha matado a un granjero que estaba en el campo es malvada. Tampoco tiene sentido decir que una serpiente se ha portado mal porque nos haya mordido).
(2) La capacidad de usar la razón para dirigir nuestra vida nos convierte en seres autónomos. Esto es, en seres capaces de decidir por nosotros mismos y establecer por nosotros mismos los fines que queremos lograr.
(3) Ser autónomos convierte nuestra vida en un fin en sí misma. (Porque es el ser humano, cada ser humano, el que decide qué hacer o qué no hacer, qué ser o qué no ser. Dicho de otro modo, no se puede reducir la vida humana a ser un instrumento al servicio de otra cosa, porque con ello estaríamos negando la propia condición humana. Estaríamos negando lo que nos hace humanos: la autonomía moral, la capacidad de decidir por nosotros mismos).
Pues bien, decir que el ser humano es un fin en sí mismo es lo mismo que decir que es valioso por sí mismo (a diferencia de otros tipos de realidades que valen en la medida en que «sirven para» hacer algo con ellas). Y en eso reside la dignidad. Un ser digno es aquel que es valioso por sí mismo. Y por esta razón, por poseer dignidad, por ser valioso por sí mismo, el ser humano es digno de respeto.
Toda esta reflexión aparece recogida en lo que se conoce como imperativo categórico kantiano. Se llama así a una norma desarrollada por Kant, que pretende funcionar como un principio moral, un fundamento, para dirigir nuestra conducta. Esa norma dice lo siguiente:
«Debes actuar de modo que tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y no solo como un medio».

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Sabrías explicar qué es un ser moral?
3. a) Busca el significado de los términos autónomo y heterónomo. b) ¿Por qué concluye Kant que la capacidad de hacer un uso práctico de la razón nos convierte en seres autónomos?
4. a) ¿Por qué el ser humano es un fin en sí mismo? b) ¿Qué es un instrumento? c) ¿Por qué, según Kant, no se debe reducir la vida humana a ser un mero instrumento?
5. a) ¿En qué consiste la dignidad? b) ¿Por qué el ser humano posee dignidad? c) Busca algún caso en el que no se respete la dignidad de un ser humano.
6. a) ¿Qué es y qué dice el imperativo categórico kantiano? b) ¿Qué opinas de dicho imperativo?
7. ¿Qué relación hay entre ser persona y poseer dignidad?
8. Para pensar. Seguramente habrás oído decir alguna vez que «No hay que perder la dignidad». ¿Qué crees que se quiere decir con esto?

4. VIRTUD Y FELICIDAD (ARISTÓTELES)
Mucho antes de Kant, en el siglo IV a. C., Aristóteles, un filósofo griego, había llevado a cabo interesantes reflexiones sobre la naturaleza de la razón y la construcción del carácter personal.
La razón nos lleva a pensar en términos universales. Es decir, pensar racionalmente es pensar empleando conceptos, reglas, o principios, que valen para una clase de cosas o de acciones.
El uso de la razón da origen a tres tipos de ciencias: (1) Ciencias teóricas: son aquellas cuyo objetivo es el conocimiento. Son ciencias tales como las matemáticas y la física. (2) Ciencias productivas: son aquellas cuyo objetivo es producir cosas. Son ciencias tales como la escultura, la arquitectura y la poética. (3) Ciencias prácticas: son aquellas cuyo objetivo es dirigir la acción humana. Tales ciencias son la ética y la política. La ética tiene por objeto construir proyectos racionales de vida humana centrándose en el individuo. La política tiene por objeto construir proyectos racionales de vida humana centrándose en la comunidad.
Pues bien, la ética aristotélica comienza estableciendo que el fin de todas las acciones humanas es alcanzar la felicidad.
¿Y en qué consiste la felicidad? Según Aristóteles en la plenitud o excelencia. Es decir, la felicidad se alcanza cuando el individuo desarrolla sus capacidades naturales de modo pleno. Por poner un ejemplo: si una bellota pudiese ser feliz la felicidad de la bellota estaría en convertirse en una encina, porque con ello alcanzaría su plenitud.
Y lo mismo pasa con los seres humanos. Ahora bien, ¿cuándo se desarrollan plenamente los seres humanos? ¿Cuándo alcanzan la excelencia? Pues cuando desarrollan en toda su plenitud aquello que los hace humanos. ¿Y qué es eso? Pues según Aristóteles, lo que nos diferencia a los humanos es la posesión de una voluntad libre y la capacidad de conocimiento racional. Por eso lo que nos hace plenamente humanos es dirigir nuestra voluntad libre por la razón.
A aquellos hábitos que nos hacen mejores les llamamos virtudes (del mismo modo que a aquellos hábitos malos, o que nos hacen peores, les llamamos vicios). Por eso, a aquellos hábitos que nos ayudan a alcanzar la plenitud humana, y, por lo tanto, a ser felices, le llama Aristóteles virtudes.
Pero Aristóteles distingue dos tipos de virtudes: las virtudes intelectuales (o dianoéticas) y las virtudes éticas. Las virtudes intelectuales son aquellas que nos ayudan a alcanzar el conocimiento racional. Se identifican con los diversos usos de la razón.
Las virtudes éticas son aquellas que nos ayudan a formar nuestro carácter, y al hacerlo nos permiten desarrollarnos como seres humanos plenos. Las virtudes éticas surgen cuando gobernamos nuestros deseos, apetencias y pasiones (es decir, lo que hay de irracional, de animal, en nosotros) por la prudencia.
Así, por ejemplo, supongamos que nos encontramos en una determinada situación peligrosa. Podemos actuar de dos maneras:
(1) De manera irracional: actuamos así cuando nos lanzamos de cabeza al peligro, sin tomar conciencia de los riesgos, comportándonos como individuos temerarios. O, por el contrario, nos dejamos dominar por el pánico, comportándonos como cobardes.
(2) De manera racional: en este caso analizamos la situación y adoptamos la actitud más conveniente. A esto se le denomina actuar prudentemente. Y de esta valoración y control racional de nuestro comportamiento ante esa situación peligrosa saldrá una virtud ética: el valor.
El hábito de guiarnos por la prudencia en casos similares, en situaciones peligrosas, nos llevará, pues, a ser valerosos. Es decir, a adquirir un rasgo que pasará a formar parte de nuestro carácter personal: seremos personas valientes.
Otras virtudes éticas son la modestia, que es el término medio entre la desvergüenza y la timidez, la generosidad, que es el término medio entre el derroche y la tacañería, la gentileza, que es el término medio entre la adulación y la mezquindad, etc.
Y una persona que incorpore múltiples virtudes morales, será, por ello, un ser humano más pleno. Y, por lo tanto, más feliz.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Cuál es el objetivo de la ética, según Aristóteles? b) ¿Y el de la política?
3. a) ¿En qué reside la felicidad según Aristóteles? b) ¿Cómo se alcanza?
4. a) ¿A qué denominamos virtud? b) ¿A qué llama Aristóteles virtudes intelectuales? c) ¿A qué llama virtudes éticas? d) ¿Por qué dice Aristóteles que las virtudes éticas nos ayudarán a ser felices?
5. ¿Qué relación hay, según Aristóteles, entre las virtudes éticas y la formación del carácter?
6. Busca información sobre la ética aristotélica. Además del valor, señala otras virtudes éticas mencionadas por Aristóteles y explica cómo surgen esas virtudes éticas.

5. LA CONDUCTA MORAL
En las fichas anteriores hemos mencionado varias veces las virtudes éticas y los valores éticos, y la propia asignatura que estás estudiando lleva el nombre de Valores éticos. Por eso ha llegado el momento de aclarar qué es eso de la ética.
De entrada, diremos que la ética trata de la conducta moral.
A su vez, podemos definir la conducta moral como aquella conducta que llevamos a cabo siguiendo ciertas normas y valores a los que denominamos normas y valores morales. ¿Y qué son normas y valores morales?
En general, una norma es una regla (una pauta, una directriz), que nos permite regular nuestras decisiones, nuestra conducta libre. Así, por ejemplo, hablamos de las normas de circulación, que nos permiten regular el tráfico. O los derechos y deberes de los alumnos, que permiten regular la conducta de los alumnos en el instituto. Con frecuencia las normas tienen como objetivo alcanzar ciertos valores. Por ejemplo, las normas de tráfico tienen por objetivo la seguridad y eficacia cuando nos desplazamos por calles y carreteras.
Podemos definir, en general, los valores como ciertas propiedades que poseen las cosas, las acciones o las personas, y que las hacen valiosas. O, dicho de otro modo, que las hacen preferibles frente a las que carecen de esas propiedades. Los valores son propiedades tales como la «belleza», la «bondad», la «seguridad», la «eficacia», la «justicia», la «felicidad», la «paz», etc.
Pero no toda norma es una norma moral. Ni todo valor es un valor moral. Existen normas jurídicas (por ejemplo, los artículos de la Constitución Española), normas técnicas (por ejemplo, las normas que establecen la resistencia que deben tener los materiales que se emplean en un puente), normas religiosas (por ejemplo: asistir a misa los domingos, para los cristianos, ayunar en el mes del Ramadán, para los musulmanes), etc.
Igualmente existen muchos tipos de valores: valores estéticos (la belleza, la elegancia), valores vitales (la salud), valores religiosos (la caridad, la santidad), etc.
¿Qué características tienen entonces las normas y valores morales?
Las normas y valores morales se diferencian de otras normas y valores en que: (1) Son normas y valores que se asumen por convicción íntima, que se asumen en conciencia, y no por presión externa. (2) Son normas y valores que tienen que ver con lo que se debe hacer, o con lo que consideramos bueno en sí mismo. Es decir, con los fines últimos que nos proponemos.
Ejemplos de normas morales pueden ser: «No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti», «Debes actuar de modo que tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y no solo como un medio», «Para ser feliz debes rodearte de buenos amigos».
Ejemplos de valores morales pueden ser: la «dignidad», la «felicidad», la «justicia», la «solidaridad», el «respeto», etc.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué es una conducta moral? Pon un ejemplo de conducta moral.
3. a) ¿Qué son las normas? b) ¿Qué caracteriza a las normas morales? c) ¿Qué otros tipos de normas conoces? d) Pon ejemplos de cada una de ellas.
4. a) ¿Qué son los valores? b) ¿Qué son los valores morales? c) ¿Qué otros tipos de valores conoces? d) Pon ejemplos de cada tipo.
5. ¿Qué quiere decir «asumir una norma en conciencia»?
6. ¿Qué diferencia hay entre una norma moral y una norma jurídica?
7. Para pensar. a) ¿Serías capaz de poner un ejemplo de posible conflicto entre una norma moral y una norma jurídica? b) En caso de conflicto ¿cuál crees que debe prevalecer y por qué?

6. DE LA MORAL A LA ÉTICA
Una vez que hemos aclarado qué es la conducta moral podemos dar una definición más precisa de qué sea la ética.
La ética (a la que también se le denomina a veces, filosofía moral) es una disciplina que estudia la moral. De modo parecido a como la biología estudia los seres vivos, la geometría estudia el espacio, o la geografía estudia el territorio.
Pero con una diferencia. Cuando la geometría estudia el espacio, a este, al espacio, no le pasa nada. Cuando la geografía estudia el territorio, este queda inalterado. Pero la ética al estudiar las conductas morales, al analizarlas, al compararlas unas con otras, a tratar de descubrir sus fundamentos, etc., puede concluir que ciertas conductas morales son inaceptables. Bien porque se basan en presupuestos carentes de sentido, o bien porque asumen unos valores morales que contradicen otros más valiosos, o más racionales, etc.
Así, por ejemplo, una mujer que viva en una cultura muy tradicionalista y machista podría asumir como valor moral la obediencia a su esposo. Pero al analizar, éticamente, ese comportamiento moral, podemos concluir que contradice otros valores morales superiores, más deseables, más racionales, como la igualdad, la libertad, la dignidad, etc.
Por eso la ética no se limita a estudiar la conducta moral, sino que trata de darle un fundamento (una justificación) y crear proyectos morales racionales, que, como tales, sean válidos para todos los seres humanos. De modo que podemos diferenciar entre los proyectos morales que surgen de la vida diaria de las personas y los proyectos morales que surgen de la reflexión ética. La diferencia es que estos últimos nacen de la reflexión consciente y racional y, por ello, pretenden tener validez universal, valer para todos los seres humanos.
Resumiendo: la ética es una disciplina que estudia la moral, pero al hacerlo construye proyectos morales racionales, con pretensión de validez universal.
Ahora bien, dado que los seres humanos no tenemos una vida predeterminada, podemos plantearnos muchos proyectos de vida distintos y perfectamente racionales. Por eso a lo largo de la historia de la filosofía ha habido muchos intentos de desarrollar proyectos morales de este tipo, es decir, proyectos éticos o de moral racional. Entre los intentos más logrados y más influyentes, de proyectos éticos, o de morales racionales, tenemos: la ética eudemonista de Aristóteles, la ética hedonista de Epicuro, la ética del deber (o de la dignidad), kantiana, la ética emotivista de Hume, la ética utilitarista de Stuart Mill, etc.
Todos estos sistemas éticos, o de moral racional, pueden clasificarse en dos grandes grupos: éticas de fines y éticas procedimentales.
Éticas de fines son aquellas que se centran en el fin, en el objetivo, a conseguir (la felicidad, el placer, etc.). También se les denomina éticas de bienes. Entre las éticas de fines, o de bienes, destacan: la aristotélica, la hedonista, y la utilitarista.
Éticas procedimentales son aquellas que se centran en los procedimientos, en cómo actuamos, no en el fin a conseguir. Entre las éticas procedimentales destacan la ética kantiana y la ética del discurso, de Habermas.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué es la ética? b) ¿Qué diferencia hay entre ética y moral? c) ¿Qué es una moral racional?
3. a) Haz una lista de valores éticos. b) ¿Qué características tendrán las normas y valores éticos? (Consulta en Unidad 5 qué son las normas y valores morales y ten en cuenta que la ética produce morales racionales, universales).
4. a) ¿A qué llamamos éticas de fines? b) ¿A qué denominamos éticas procedimentales?
5. Para pensar. ¿Por qué la ética puede ser profundamente inmoral?

7. LA ÉTICA EUDEMONISTA ARISTOTÉLICA
      La reflexión sobre la conducta moral aparece en el mundo griego antiguo. Los primeros que llevaron a cabo reflexiones sobre la moral y propuestas morales racionales fueron los sofistas, Sócrates y Platón. Pero el primer tratado sistemático de ética es el elaborado por Aristóteles.
Aristóteles comienza constatando que todo lo que hacemos lo hacemos para conseguir un fin. Ahora bien, los fines pueden ser de dos tipos: (1) Fines que valen como medios para conseguir otros fines. (2) Fines que valen por sí mismos, fines últimos.
      Por ejemplo: estudiamos para conseguir un empleo. Estudiar es, por lo tanto, un medio para otra cosa. A su vez, buscamos un empleo para ganar dinero, queremos ganar dinero para comprar comida, una casa, ropa, etc. Todos estos fines son fines que solo tienen utilidad como medios, es decir, que solo valen para conseguir otra cosa. Pero si todo lo que hacemos solo valiese para otra cosa nuestra vida resultaría absurda. Ante la imposibilidad de con­seguir algo que valga por sí mismo, nuestra voluntad se paralizaría. Por eso tiene que haber fines que valgan por sí mismos, lo que Aristóteles llama fines últimos. Pues bien, Aris­tóteles, como muchas otras personas, considera que el fin último es la felicidad (eudaimonía, en griego).
      Pero ahora tenemos dos problemas: (1) Aclarar qué se entiende por felicidad. (2) Aclarar cómo se consigue la felicidad.
      Según Aristóteles los seres humanos se mueven por tres tipos de impulsos: el placer, los honores (gloria, fama) y el afán de conocer. Estos impulsos dan origen a tres modos de vida: (1) El propio del vulgo y los seres más groseros, que identifican la felicidad con el placer. (2) El modo de vida político, que identifica la felicidad con los honores. (3) El modo de vida contemplativo, que identifica la felicidad con el conocimiento.
Pues bien, ¿en qué reside realmente la felicidad? ¿Cuál de estos modos de vida proporciona realmente la felicidad?
Aristóteles sostiene que todo en la naturaleza está hecho para alcanzar un fin. Todo en la naturaleza aspira a alcanzar el fin que le es propio. Por lo tanto, dice Aristóteles, la felicidad estará en que cada cosa desarrolle aquello que le es propio, alcance su pleno desarrollo, su plenitud.
¿Y qué es lo propio del hombre? ¿Cuándo se hace el ser humano plenamente humano?
Lo propio del hombre no puede ser simplemente vivir, porque eso también lo hacen las plantas y los animales. Tampoco sentir, porque eso lo compartimos con los animales. Lo específico del hombre, lo que nos hace humanos, es tener una voluntad libre y capacidad de razonar. Por lo tanto, la felicidad estará en guiar la voluntad por la razón.
      Ahora bien, la razón se puede usar para tres tipos de fines: (1) Productivos: cuando usamos la razón para producir cosas. Por ejemplo, cuando la usamos para construir una casa o curar un enfermo. En ese caso la razón da origen a ciertas artes como la arquitectura o la medicina. (2) Prácticos: cuando la usamos para dirigir nuestra propia conducta. Por ejemplo, a la hora de tomar decisiones ante una situación de peligro. (3) Teóricos: cuando la usamos para conocer. En este caso la razón da origen a ciencias contemplativas, como las matemáticas, la física o la metafísica.
El primer tipo de razón es propio de especialistas. Por ejemplo, es propio de los arquitectos usar la razón para construir casas, es propio de los médicos usar la razón para curar enfermos, etc. Por eso este tipo de razón no tiene un papel determinante para alcanzar la felicidad, pues no es un uso de la razón que nos haga seres humanos plenos, buenos seres humanos, sino buenos médicos, buenos arquitectos, etc. Serán los otros dos usos de la razón, el uso teórico y el uso práctico, los que nos hagan seres humanos plenos, y por ello felices.
      Dado que el uso de la razón nos hace seres humanos mejores, plenos, tales usos de la razón se convierten en virtudes. Pues una virtud es un hábito positivo. Y como hay dos usos de la razón que nos llevan a ser seres humanos plenos, habrá dos tipos de virtudes:
(1) Virtudes intelectuales o dianoéticas: surgen del uso teórico de la razón. Son aquellas que nos ayudan a alcanzar el conocimiento.
(2) Virtudes éticas: surgen del uso práctico de la razón. Surgen cuando gobernamos nuestros deseos, apetencias y pasiones (es decir, lo que hay de irracional, de animal, en nosotros) por la prudencia, con ello nos ayudan a formar nuestro carácter, y al hacerlo nos permiten desarrollarnos como seres humanos plenos. (Ver Unidad 4).
Tenemos entonces que: el fin último que buscamos es la felicidad. La felicidad consiste en hacer lo propio del hombre, en alcanzar la plenitud, aquello que nos hace plenamente humanos. Lo que nos hace plenamente humanos es la voluntad libre y la razón. Por ello, la plenitud, y, por lo tanto, la felicidad, está en guiar la voluntad por la razón. Guiar la voluntad por la razón da origen a las virtudes, que pueden ser intelectuales o éticas (también llamadas morales). Por eso, podemos concluir que la felicidad se alcanza con la práctica de las virtudes.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué dos tipos de fines distingue Aristóteles? b) ¿Por qué dice Aristóteles que tiene que haber un fin último? c) ¿Cuál es este?
3. a) ¿Qué tres tipos de tendencias o impulsos encontramos en el ser humano según Aristóteles? b) ¿Qué relación hay entre tales tendencias y la felicidad?
4. ¿En qué consiste la felicidad según Aristóteles?
5. ¿Qué significa eudemonía (o eudaimonía)? ¿Por qué la ética aristotélica es una ética eudemonista?
6. ¿Por qué la ética aristotélica es una ética de fines?
7. Para pensar: ¿En qué crees tú que reside la felicidad? Razona tu respuesta.
8. Lee y comenta el texto tratando de responder a las siguientes preguntas: ¿De qué tipos de vida habla Aristóteles? ¿Qué relación hay entre esos modos de vida y la felicidad?
«No es sin razón que los hombres parecen entender el bien y la felicidad partiendo de los diversos géneros de vida. Así el vulgo y los más groseros los identifican con el placer, y, por eso, aman la vida voluptuosa -los principales modos de vida son, en efecto, tres: la que acabamos de decir, la política y, en tercer lugar, la contemplativa-».
Aristóteles: Ética nicomáquea, p. 136. Editorial Gredos S, A. Madrid, 2014

8. LA ÉTICA HEDONISTA DE EPICURO
Epicuro de Samos (341-270 a.C.) desarrolla otro proyecto moral con una gran influencia posterior.
Epicuro coincide con Aristóteles en que el fin último del hombre es la felicidad. Pero discrepa de Aristóteles tanto en la manera de entender la felicidad como en los medios para conseguirla.
Para Epicuro la felicidad reside en el placer. Placer en griego se dice hedoné, de ahí que a los epicúreos se les llame también hedonistas.
Ahora bien, Epicuro considera que el placer obtenido a través de los estímulos sensoriales (por ejemplo, comida, bebida, sexo, etc.) puede traer consigo dolores futuros. Así, por ejemplo, si uno se entrega a la comida y la bebida en exceso puede suceder que a la larga se encuentre con diverso tipo de enfermedades (obesidad, gota, alcoholismo, etc.).
Por eso Epicuro considera que es más deseable aquel tipo de placer que no acarrea males futuros. ¿Y qué tipo de placer es ese? Pues el que surge de evitar en lo posible el dolor, tanto físico (daño corporal) como anímico (ansiedad, angustia).
Dicho esto, Epicuro considera que el objetivo de todo hombre sabio será alcanzar la ataraxia. La ataraxia es aquel estado de ánimo caracterizado por la ausencia de de temor y perturbación. Es decir, caracterizado por la serenidad, la tranquilidad. La ataraxia es, según Epicuro, la forma suprema de placer que podemos alcanzar.
Para llegar a ese estado Epicuro trata de enseñar a los hombres a superar los «cuatro temores», y a enfrentarnos de modo adecuado con los deseos.
Los cuatro temores fundamentales de los seres humanos son: el temor a los dioses, el temor a la muerte, el temor al sufrimiento físico, y el temor al fracaso.
Con respecto a los dioses Epicuro sostiene que estos son felices y no se meten en los asuntos humanos. El temor a la muerte es absurdo, porque, mientras vivimos la muerte no está, y cuando llega la muerte nosotros ya no estamos. Con respecto al futuro sostiene que no hay que preocuparse por lo que no está en nuestras manos. Y con respecto al dolor Epicuro nos invita a llevar una vida sencilla y acorde con la naturaleza, que es la mejor forma de evitar aquellos tipos de dolor que está en nuestras manos evitar.
Epicuro sostiene que hay tres tipos de deseos. Estos son:
(1) Deseos naturales y necesarios: son aquellos que son imprescindibles para alcanzar la super­vi­ven­cia y la felicidad. Son deseos tales como comer para satisfacer el hambre, beber para satisfacer la sed, gua­re­cerse del frío. Estos deseos deben satisfacerse por ser im­pres­cindibles para alcanzar la felicidad.
(2) Deseos naturales pero no necesarios: son aquellos que, aun teniendo origen en nuestra natu­ra­leza son prescindibles. Son deseos tales como el de comer exquisitos manjares, deseos sexuales, etc. La satisfacción de tales deseos conlleva siempre un cierto riesgo de dolores futuros, por lo que deben ser evitados, aunque puede ser conveniente satisfacerlos de vez en cuando, y dentro de ciertas condiciones.
(3) Deseos innaturales e innecesarios: son deseos tales como los deseos de fama, honor, triunfo político, etc. Tales deseos son siempre fuente de dolores y angustias por lo que deben ser evitados en toda ocasión.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué entiende Epicuro por felicidad? b) ¿Cómo se alcanza?
3. ¿Qué es la ataraxia?
4. a) ¿Cuáles son los temores fundamentales que angustian a los seres humanos según Epicuro? b) ¿Qué propone para superarlos?
5. a) ¿Qué tipos de deseos mueven a los seres humanos según Epicuro? b) ¿Cómo debemos actuar con respecto a cada uno de esos tipos de deseos?
6. Compara la ética de Aristóteles con la de Epicuro señalando similitudes y diferencias.

9. EL UTILITARISMO: J. S. MILL
En el siglo XIX Jeremías Bentham y John Stuart Mill desarrollan otro proyecto ético (o de moral racional) conocido como utilitarismo o hedonismo social.
Bentham, y siguiéndole Mill, tratan de encontrar un criterio para orientar nuestra conducta. Es decir, un criterio para determinar cuándo algo es correcto o incorrecto, cuando se debe, o no se debe, hacer. El criterio que Bentham propone es el «principio de utilidad». El principio de utilidad establece que lo bueno, lo correcto, es lo útil. (De ahí el nombre de esta corriente). ¿Pero, qué entendemos por «útil»?
Según Bentham lo útil será aquello que nos ayude a alcanzar nuestros fines. Y los utilitaristas coinciden con Epicuro en que el fin último que perseguimos es el placer y la felicidad. Por eso lo útil será aquello que nos permita alcanzar tales objetivos.
Ahora bien, dado que la ética trata de construir proyectos morales racionales, y, por ello, válidos para todos los seres humanos, habrá que considerar que lo útil es aquello que aumenta la cantidad general de placer y felicidad. Es decir, el criterio para determinar que una conducta es correcta es que aumente la cantidad general de placer y felicidad (y no solo «mi» placer o felicidad).
Por eso, al principio de utilidad le denominan, también, principio de la máxima felicidad. Este principio puede ser enunciado así: «bueno, justo, etc., es aquello que produce más cantidad de felicidad a mayor número de personas».
Según este criterio, toda conducta o decisión que tienda a aumentar la cantidad general de felicidad ha de ser considerada correcta, Por el contrario, toda conducta o decisión que tienda a aumentar la cantidad general de sufrimiento (y, por lo tanto, a disminuir la cantidad general de felicidad) ha de ser considerada incorrecta.
Una crítica que se hizo a los utilitaristas, y que ya se le había hecho, en su momento, a Epicuro, es la de que si proponemos como fin de la vida el placer estaríamos rebajando la vida humana a la de un animal. (Una vida enfocada a la búsqueda del placer es una vida propia «de cerdos», solían decir los críticos de Epicuro y de Bentham).
Frente a esto Mill sostiene que no solo cuenta la cantidad de placer, sino también su calidad.  Mill sostiene que hay placeres superiores a otros, que hay placeres bajos (o groseros) y placeres elevados (o nobles).
¿Y qué hace que unos placeres sean más elevados, cualitativamente superiores, a otros? Según Mill, son más elevados aquellos placeres para cuyo disfrute se necesita una inteligencia, sensibilidad, o complejidad espiritual mayor. Y es un hecho, dice Mill, que los seres humanos capaces de disfrutar de placeres nobles los prefieren a los placeres bajos.
De hecho, los seres humanos son capaces, incluso, de encontrar satisfacción (placer, felicidad) en el esfuerzo y sacrificio por la felicidad de los demás.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. Define: «utilitarismo», «principio de la máxima felicidad».
3. La ética utilitarista ¿es una ética de bienes o una ética procedimental? Explica por qué.
4. Supón que se pudiese medir la cantidad de felicidad, y que acordamos designar a la unidad de felicidad como «hedón». Ahora imagina que estamos ante tres tipos de sociedades, A, B y C, compuestas por cien individuos cada una. En la sociedad A, hay 80 individuos que tienen 100 hedones cada uno de felicidad, los 20 individuos restantes tienen tan solo un hedón cada uno. En la sociedad B, los 100 individuos tienen un hedón de felicidad cada uno. En la sociedad C, los 100 individuos tienen 70 hedones de felicidad cada uno. a) ¿Cuál sería en este caso la sociedad más justa según un utilitarista estricto? ¿Cuál sería la sociedad más injusta según un utilitarista estricto? b) ¿Cuál sería para ti la sociedad más justa y cuál la más injusta? Explica por qué. c) Si tuvieses que sustituir a uno de los individuos, pero sin saber a cual, de algunas de esas sociedades ¿cuál elegirías para vivir en primer lugar, y en segundo, y en tercero? Explica por qué.
5. ¿Cómo se puede la diferenciar de calidad de los placeres según Mill? (Esto es, cuál es el criterio que nos permite decidir que unos placeres son superiores a otros).

10. DERECHOS Y DEBERES: LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
Vamos a comenzar esta unidad recordando algunas cosas que ya hemos visto el curso pasado:
Un derecho es una norma que nos reconoce que podemos hacer algo, o exigir algo a los demás. Ahora bien, para poder hacer algo, o para poder exigir algo, los demás tendrán el deber de permitirnos eso que hacemos o de darnos eso que exigimos. Y como los demás también tienen derechos podrán exigirnos, a su vez, que les permitamos hacer algo o que les demos algo. Por lo tanto, tener derechos implica tener deberes. Los deberes son las obligaciones que tenemos para con los demás, para poder garantizar sus derechos.
¿Y cuáles son esos derechos que tenemos y cuáles son esos deberes?
En España los derechos y deberes fundamentales aparecen recogidos en la Constitución.
La Constitución es un documento en el que se recogen el conjunto de normas que regulan el funcionamiento del Estado. La Constitución constituye algo así como las reglas de juego del propio Estado. Por eso se dice también que la Constitución es la Ley de leyes. Cualquier otra ley que se apruebe tiene que adecuarse a la Constitución. Incluso si se quiere cambiar la Constitución debe hacerse también de acuerdo a las reglas fijadas por la Constitución.
La actual Constitución española fue aprobada en referéndum, por el conjunto de los españoles, en 1978.
Consta de un Preámbulo, un conjunto de 169 artículos (organizados en Títulos y Capítulos), y una serie de Disposiciones.
En el Preámbulo se fijan los objetivos y fines que se pretenden conseguir con la propia Constitución. Entre estos: establecer la justicia, la libertad, la seguridad, y promover el bien de los integrantes de la Nación española.
En el Título I, que abarca desde los artículos 10 al 55, aparecen recogidos los derechos y deberes fundamentales de los españoles, así como de los extranjeros que viven en España.
En el Artículo 10, que es una especie de preámbulo o introducción al conjunto de artículos que forman el Título I, se establece que la defensa de la dignidad es la base de todo el sistema de derechos y deberes, y se establece también que los derechos fundamentales recogidos en la Constitución pretenden ser una expresión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que deben, por lo tanto, interpretarse de acuerdo con dicha Declaración.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿A qué denominamos, en general, derechos y deberes?
3. a) ¿Qué es una Constitución? b) ¿Quién y cuándo aprobó la actual Constitución española?
4. a) ¿Qué es la Declaración Universal de los Derechos Humanos? b) ¿Encuentras alguna relación entre la Constitución española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
5. Busca un ejemplar de la Constitución española de 1978. Puedes encontrarlo en esta dirección: https://www.boe.es/buscar/pdf/1978/BOE-A-1978-31229-consolidado.pdf
Lee el preámbulo y el Título I (que abarca los artículos que van del 10 al 55). A continuación: a) Indica cuáles son los objetivos que se propone con esta Constitución. b) Señala cuáles son los derechos y libertades fundamentales de la persona recogidos en la Constitución y en qué artículos aparecen recogidos. c) Señala los deberes de los ciudadanos que aparecen recogidos en la Constitución y clasifícalos por orden de importancia. d) Explica en qué consiste la responsabilidad fiscal de los ciudadanos.

11. LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
A lo largo de la historia diversos colectivos humanos han luchado por tener derechos. Pero muchas veces los derechos de unos se convertían en deberes u obligaciones de otros, sin que hubiese reciprocidad. Así, en el mundo antiguo los hombres libres tenían unos derechos conseguidos en gran medida a costa de esclavizar a otros, los varones unos derechos a costa de las mujeres, los señores o nobles a costa de los siervos o plebeyos, etc.
Los primeros que defendieron la existencia de unos derechos universales, válidos para todo el mundo, fueron los filósofos estoicos. (El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el siglo III a. C. Entre los filósofos estoicos más destacados se encon­traba el cordobés Séneca, condenado a morir por orden del emperador Ne­rón). Según los estoicos existirían unos derechos naturales, llamados así porque formarían parte de la pro­pia naturaleza humana. Por formar parte de la naturaleza humana tales derechos serían comunes a todos los seres humanos (fuesen libres o esclavos, varones o mujeres, griegos o bárbaros, etc.).
Desde entonces ha habido varios intentos de desarrollar un código de derechos válidos para todos los seres humanos. Se suele hablar de tres generaciones de derechos, que se irían consolidando en los últimos siglos:
La primera generación incluye los llamados derechos civiles y políticos. Que aparecen recogidos ya en la «Declaración de Derechos de Virginia» (1776), que es una declaración realizada por los re­presentantes del pueblo de Virginia (uno de los Estados que acabará formando parte de los EE. UU. de Norteamérica).  Y en la «Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano», promulgada tras la Revolución francesa (1789). Aquí se incluyen derechos tales como el derecho a la vida, a la propiedad, a la libertad religiosa e ideológica, a la libertad de expresión del pensamiento, a la participación política y sindical, etc.
La segunda generación incluye los derechos económicos y sociales. Se consiguen merced a las luchas sindicales y de ciertos partidos políticos de carácter reformista o revolucionario. Su objetivo es conseguir la igualdad entre las personas. Para ello se hace necesario que el Estado intervenga redistribuyendo la riqueza y garantizando unas condiciones mínimas de bienestar a todo el mundo. Aquí podemos incluir el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, a la vivienda, etc.
La tercera generación busca potenciar la paz, la solidaridad, la convivencia armónica entre todos los pueblos del mundo y entre los individuos y la naturaleza. Aquí podemos incluir el derecho a la paz, a un medio ambiente limpio, a un desarrollo justo, etc.
Los intentos de establecer un código de derechos válidos para todos los seres humanos cuajaron finalmente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta declaración consiste en un documento, aprobado por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el 10 de diciembre de 1948, que consta de un preámbulo y treinta artículos, en el que se recogen los derechos básicos que deben tener todos los seres humanos.
Hoy en día, además de los Estados que se han comprometido a velar por el cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos existen numerosas «organizaciones no gubernamentales» (ONGs) creadas con este fin. Entre estas destaca Amnistía Internacional.

ACTIVIDADES
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2. a) ¿A qué llamamos «derechos naturales»? b) ¿Quiénes defendieron por primera vez la existencia de tales derechos?
3. ¿Qué distintos tipos de derechos incluyen las tres generaciones de derechos humanos?
4. ¿Qué es la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
5. Hazte con una Declaración Universal de los Derechos Humanos. Léela. Puedes encontrarla aquí: http://ciudadanosysoberanos.blogspot.com.es/2015/10/blog-post_3.html
A continuación, clasifica los derechos de la Declaración señalando aquellos que pertenezcan a la primera, la segunda y la tercera generación de derechos.
6. Busca información en internet acerca de situaciones en las que no se cumpla la Declaración Universal de los Derechos Humanos y señala que derechos no se cumplen.
7. Busca información sobre diversas ONGs y señala en defensa de qué tipos de derechos trabajan.

12. DERECHOS Y DISCRIMINACIONES
La lucha por adquirir derechos ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. Pero, como ya hemos visto en la Unidad 11, los derechos solían ser una conquista de ciertos colectivos humanos, a costa, con frecuencia, de otros colectivos. Es decir, los derechos eran, muchas veces, los privilegios de alguien. Hubo que esperar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, para que se aprobase un código de derechos universal (universal en un doble sentido, incluye a todos los seres humanos, y ha sido aprobado por la casi totalidad de los países del planeta).
Pero que se haya aprobado dicha declaración no quiere decir que se cumpla. Siguen existiendo numerosas formas de discriminación o marginación (algunas de las cuales ni siquiera están claramente reconocidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos).
Entre las formas de discriminación más habituales tenemos las siguientes:
(1) Clasismo: consiste en valorar a las personas en función de la clase social a la que pertenecen (al margen de que la existencia de clases sociales pueda ser considerada en sí misma una forma de discriminación).
Así, por ejemplo, en la Edad Media existía, en Europa, una sociedad estamental, que dividía a los seres humanos en señores, que acaparaban una serie de derechos (concebidos como privilegios), y siervos, sometidos a los primeros; tradicionalmente la población hindú estaba dividida en castas; los primeros Estados democráticos modernos solo reconocían el derecho de voto a los que tenían un cierto nivel adquisitivo, etc. Y todavía hoy, en muchas zonas de la Tierra los pobres no tienen acceso a ciertos derechos básicos, como la sanidad, la educación, etc.
(2) Sexismo: consiste en discriminar a las personas en función del sexo. Tradicionalmente han sido los varones los que han tenido el poder político, económico y militar, discriminando a las mujeres. Por eso la forma habitual de sexismo es el machismo (que consiste en discriminar a las mujeres –las hembras de la especie humana-, frente a los varones –los machos de la especie humana-). Se le conoce también como discriminación por razones de género.
Aunque en las sociedades democráticas desarrolladas han desaparecido las formas más evidentes de machismo (al margen de casos concretos), siguen existiendo, sin embargo, otras formas más sutiles de discriminación hacia la mujer (a través, por ejemplo, de la imagen de la mujer que se proyecta a través de la publicidad, etc.).
(3) Racismo: consiste en valorar a las personas en función de la raza a la que pertenecen, discriminando a las personas pertenecientes a una raza frente a las pertenecientes a otra, o considerando que hay unas razas superiores a otras.
(4) Xenofobia: consiste en marginar o despreciar a los extranjeros o los pertenecientes a culturas distintas a la nuestra. (Se suele confundir la xenofobia con el racismo, pero son cosas distintas).
El nombre procede de xenos (palabra de origen griego que significa extranjero, extraño) y fobia (palabra de origen griego que significa fuerte aversión a algo o temor irracional a algo).
(5) Homofobia: consiste en el desprecio o marginación de los homosexuales.
Homosexual es aquel al que le atraen las personas de su mismo sexo. Si se trata de un varón al que le atraen los varones se dice que es gay. Si se trata de una mujer a la que le atraen las mujeres se dice que es lesbiana.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. Define los siguientes conceptos: «clasismo», «sexismo», «racismo», «xenofobia», «homofobia».
3. ¿Se te ocurren otras formas de marginación además de las indicadas en el texto?
4. En la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad de derechos con los varones hay algunos hitos señalados, entre los que podemos mencionar la «Querella de las mujeres» y la «Declaración de Seneca Falls» (también conocida como «Declaración de Sentimientos»). Busca información en internet sobre ambos sucesos y explica dónde y en qué época sucedieron o en qué año se celebraron y cuáles eran sus objetivos
5. En la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad de derechos con los varones hay algunos personajes señalados, tales como Beatriz Galindo, Olimpia de Gouges y Clara Campoamor. Busca información sobre estas mujeres y explica dónde y en qué época vivieron y qué aportaron a la presencia de las mujeres en la vida política.
6. Señala cinco mujeres que hayan tenido un papel relevante en la historia de España (distintas de las mencionadas anteriormente) e indica cuál fue su papel o qué aportaron.
7. En la lucha contra la discriminación por motivos de raza podemos señalar algunos personajes destacados, tales como Juan de Sessa (más conocido como Juan Latino), Martin Luther King y Nelson Mandela. Busca información sobre estos personajes, señala dónde y cuándo vivieron y qué aportaron (o que pueden aportar hoy) en la lucha contra la discriminación racial.

13. ÉTICA Y TECNOLOGÍA: AUTONOMÍA Y TECNODEPENDENCIA
Nuestra civilización actual es fruto, sobre todo, del desarrollo científico y tecnológico. En los últimos siglos -y, sobre todo, en las últimas décadas- se han producido tales avances que cosas que podían parecer magia a nuestros antepasados ahora forman parte de nuestra vida cotidiana. Cosas tales como hablar con personas que están a miles de kilómetros (y poder verlas); cambiar el código genético de una especie para producir otra distinta; acceder, con solo pulsar unas teclas, a la información equivalente a miles de enciclopedias; operar un órgano con rayos laser; mover aparatos a distancia con un implante en el cerebro, etcétera.
Todos estos avances han traído cosas muy positivas: mayor capacidad de producción agrícola, curar enfermedades de las que antes moría la gente, comunicarnos e informarnos con muchísima más facilidad, eliminar los trabajos más pesados (que ahora realizan las máquinas), nuevas posibilidades de disfrutar (cine, música y videojuegos on-line, por ejemplo), etc.
Pero sin duda, el desarrollo científico y tecnológico también acarrea problemas. Entre estos
(1) Problemas medioambientales: el desarrollo tecnológico sin control ha traído consigo contaminación ambiental y la introducción de especies modificadas en la naturaleza. Cosas que pueden tener consecuencias imprevisibles sobre el equilibrio natural y la salud humana.
(2) Invasión de la intimidad: el desarrollo tecnológico ha permitido que hoy en día todo el mundo ande con una cámara en el bolsillo, que las tiendas y ayuntamientos nos graben cuando entramos a comprar o incluso cuando vamos paseando por la calle, etcétera; y todas esas grabaciones de nuestra vida, realizados con, o sin, nuestro permiso, pueden ser enviadas a través de diversos medios para que sean visionadas por cualquiera. Eso hace que seamos cada vez menos dueños de nuestra propia imagen, que nuestra intimidad se convierta en una cosa pública.
(3) Modificación de la naturaleza humana: el desarrollo científico y tecnológico actual permite modificar el código genético de los seres vivos, incluida la especie humana. Esto posibilita, por ejemplo, el diseño de niños «a la carta», hechos con las características deseadas (eugenesia). El desarrollo científico y tecnológico, posibilita, también implantar elementos en el organismo humano que lo dote de nuevas funciones. Por ejemplo, que le permita mover aparatos a distancia con un implante en el cerebro (creando así ciborgs). Todas estas cosas están abriendo la posibilidad de modificar la propia naturaleza humana hasta tal punto que algunos filósofos y especialistas en inteligencia artificial dicen que nos dirigimos a una era posthumana. Pero todas estas cosas, ¿son deseables?
(4) Tecnodependencia: la tecnodependencia es una patología que surge de la dependencia excesiva de las nuevas tecnologías. Especialmente de aquellas vinculadas al ocio o la comunicación. Entendemos que hay dependencia excesiva cuando el individuo ya no puede controlar cuando usar esas tecnologías o cuando dejar de usarlas, porque, verse privado de ellas le produce ansiedad, pudiendo llegar a volverse agresivo.
Es decir, la tecnodependencia es una forma de adicción, y, al igual que otras formas de adicción, hace que el individuo pierda el control de su vida, su autonomía, la capacidad de gobernarse racionalmente, que es lo que nos hace humanos.
Un ejemplo de tecnodependencia puede ser la necesidad de estar permanentemente conectados a las redes sociales, actualizándose o enviando mensajes sobre las cosas más peregrinas.
Estos problemas hacen necesario reflexionar sobre los límites de la ciencia y la tecnología. La ciencia y la tecnología permiten hacer cosas que antes eran impensables, pero ¿todo lo que puede hacerse debe hacerse?

ACTIVIDADES
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2. Señala las consecuencias positivas y negativas que puede traer el desarrollo científico y tecnológico.
3. ¿Crees que la investigación científica y tecnológica debe tener límites? Explica por qué. ¿Cuáles han de ser los límites que ha de tener la investigación científica y tecnológica? Explica por qué.
4. a) ¿Qué es la tecnodependecia? b) ¿Por qué crees que se produce la tecnodependencia? (Puedes buscar información en internet). c) Qué consecuencias trae la tecnodependencia?

14. RAZÓN Y EMOCIONES:
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Recuerda que los seres humanos somos unos seres muy peculiares. Entre esas peculiaridades está el que somos seres inteligentes. Esto quiere decir que tenemos la capacidad de comprender la realidad, planificar estrategias para alcanzar ciertos objetivos, y solucionar problemas.
Algunos animales también poseen cierto grado de inteligencia: son capaces de planificar estrategias para conseguir ciertos objetivos, y son capaces de solucionar problemas inmediatos y sencillos. Pero los seres humanos poseemos un tipo de inteligencia que no poseen otros animales. La inteligencia humana surge de la capacidad de pensar usando un lenguaje, que va unidad a la capacidad de ser conscientes (esto es, de darnos cuenta de lo que hacemos y de nuestro estado) y a la capacidad de razonar.
Tradicionalmente se ha asociado la capacidad de razonar a la capacidad de pensar en términos lógicos y matemáticos. Por eso se reducía la inteligencia a la inteligencia lógico-matemática.
Pero los seres humanos también poseemos sentimientos y emociones, que nos mueven, nos impulsan a actuar o no actuar, y determinan nuestra manera de estar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Por eso es importante saber cómo tratar con nuestros sentimientos y emociones, entenderlos, controlarlos, valorarlos. Y también es importante reconocer, entender y valorar los sentimientos de los demás.
Las emociones son ciertos estados físicos y mentales provocados por ciertos estímulos, que nos impulsan a la acción. Emociones básicas son el asombro o la sorpresa, el asco, la tristeza, la ira, el miedo, la alegría.
Los sentimientos surgen de las emociones. Surgen cuando tomamos conciencia de nuestras emociones y las valoramos. Por eso los sentimientos se pueden confundir con las emociones. Pero los sentimientos son menos intensos y más duraderos que las emociones. Así, por ejemplo, una noticia puede hacer que sienta un impuso súbito de felicidad o alegría, que me lleva a darle una abrazo al que tengo al lado. Eso sería una emoción. Pero si ese estado se mantiene y me doy cuenta conscientemente de él puedo decir que «me siento feliz». Otros ejemplos de sentimientos pueden ser: la alegría, la tristeza, el agrado, el desagrado, el alivio, la frustración, etc.
A la capacidad que tenemos de conocer y expresar nuestros sentimientos y emociones, de conocer y valorar los sentimientos y emociones de los demás, y de emplear este conocimiento para orientar nuestra conducta le denominamos inteligencia emocional. (Este nombre fue empleado por el psicólogo norteamericano Daniel Goleman, que lo puso como título de una de sus obras.)
Forman parte de la inteligencia emocional un conjunto de «habilidades» que nos harán emocionalmente más inteligentes (o emocionalmente menos inteligentes si no las poseemos).
Estas habilidades básicas son:
(1) La conciencia de uno mismo: que es la capacidad de darnos cuenta de nuestros propios sentimientos y emociones.
(2) La autoestima: que es la capacidad de valorarse a uno mismo, de quererse a uno mismo.
(3) El autocontrol emocional: que es la capacidad de controlar y dirigir de manera consciente nuestras emociones, y que incluye habilidades como la resistencia a la frustración.
(4) El reconocimiento de las emociones ajenas: que es la capacidad de darnos cuenta de los sentimientos y emociones de los demás.
(5) La empatía: que es la capacidad de conectar con las emociones de los demás, de ponernos en el lugar de los demás, de «meternos en su pellejo».
(6) La automotivación: que es la capacidad de encontrar motivos por nosotros mismos para hacer las cosas, de darnos ánimos a nosotros mismos.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Cómo podemos definir en general la inteligencia? b) ¿A qué características se asociaba tradicionalmente la inteligencia?
3. a) ¿Qué son las emociones? b) ¿Qué son los sentimientos?
4. ¿Qué es la inteligencia emocional?
5. a) ¿Qué habilidades forman parte de la inteligencia emocional? b) ¿Te parecen importantes algunas de estas habilidades para convertirnos en seres morales? (Esto es, seres capaces de actual bien o mal, de ser buenos o malvados). Razónalo.
6. Para pensar: ¿Soy emocionalmente inteligente? Indica cuáles de las habilidades básicas de la inteligencia emocional crees que posees y cuáles no.

15. INTELIGENCIA EMOCIONAL Y VIRTUDES ÉTICAS
Vamos a recordar de nuevo a Aristóteles. Pese a que vivió en el siglo IV a. C. Aristóteles sigue siendo un referente cuando hablamos de cuestiones éticas.
Pues bien, Aristóteles denomina «virtudes éticas» a aquellas que surgen cuando adquirimos la costumbre de guiar nuestras pasiones o emociones por un tipo de razón, por la prudencia. Ejemplos de virtudes éticas son el valor, la generosidad, la modestia, etc. Las virtudes éticas nos ayudan a formar nuestro carácter, y a desarrollarnos como seres humanos plenos y, por lo tanto, felices.
En nuestra época, es decir veinticuatro siglos después de muerto Aristóteles, Daniel Goleman nos descubre que la inteligencia emocional tiene un papel muy importante para llevar una vida satisfactoria. La inteligencia emocional incluye un conjunto de habilidades tales como la conciencia de uno mismo, la autoestima, el autocontrol emocional, etc.
Daniel Goleman recupera, por lo tanto, algo que ya había descubierto Aristóteles, que el autocontrol emocional tiene una enorme importancia para llevar una vida satisfactoria. Aunque Daniel Goleman introduce otras habilidades vinculadas a la inteligencia emocional, tales como la autoestima, la automotivación, etc.
A partir de las aportaciones de Aristóteles y de Goleman podemos sacar varias conclusiones.
Por un lado, podemos estar de acuerdo con Aristóteles en cuanto a que hay una conexión entre las emociones, las virtudes éticas, el carácter personal y la felicidad.
Pero, por otro, Goleman nos descubre otras habilidades importantes vinculadas a la inteligencia emocional, además del autocontrol emocional. Estas habilidades están detrás de otras virtudes éticas que hoy consideramos importantes.
Así, podemos considerar que habilidades tales como la conciencia de uno mismo y el reconocimiento y valoración de las emociones ajenas, nos llevan a desarrollar virtudes tales como la sinceridad, la honestidad.
La empatía, nos permiten desarrollar virtudes tales como la solidaridad, el sentido de la justicia, la tolerancia, el respeto. La empatía tiene, por lo tanto, una especial importancia en todo lo que tiene que ver con las relaciones interpersonales. Y dado que somos seres sociales, que nacemos y nos formamos siempre en el seno de una comunidad, tales relaciones constituyen el elemento más importante de nuestras vidas.
Goleman nos enseña también que las habilidades de la inteligencia emocional pueden educarse, adiestrarse. Lo que refuerza otra vieja idea aristotélica, que nosotros decidimos, al menos en parte, lo que queremos ser, podemos hacernos a nosotros mismos.

ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo. (Te puede ser útil el blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué nos aporta la reflexión aristotélica para construir un proyecto de vida? b) ¿Qué nos aportan los descubrimientos de Goleman? c) ¿Coinciden en algo las aportaciones de ambos pensadores?
3. Explica la relación que hay entre algunas de las habilidades de la inteligencia emocional y ciertas virtudes éticas.
4. a) ¿Qué es la empatía? b) ¿Podrías explicar por qué la empatía es especialmente importante para el desarrollo de nuestra vida personal?
5. Para pensar. Supongo que has oído hablar de lo que es el acoso escolar. Quizá incluso conozcas algún caso de acoso escolar. a) ¿Por qué crees que se producen tales casos? b) ¿Podría tener que ver con la falta de inteligencia emocional de los implicados? Razónalo. c) ¿Qué carencia de virtudes éticas crees que padecen los acosadores?

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